Rashomon es una fábula. El hecho de
que esté contada en lenguaje cinematográfico nos hace pensar en los
recursos que utilizó Kurosawa para contarla. Aquí hago un recuento
de algunos:
-Los testigos del asesinato nos lo
cuentan, sentados frente a nosotros, como si nosotros, los
espectadores, fueramos la autoridad, a quien nunca se le ve en el
filme. Con esto nos involucra irremediablemente, no somos sólo
espectadores, sino partícipes de la historia y en parte jueces.
-Kurosawa hace constante uso del
flashback para contar la historia, y es precisamente ese flashback,
que varía en relación a quien cuenta la historia, lo que hace el
film.
-El close-up enfatiza lo que esa
persona piensa, sus intenciones.
Las cortinillas nos hacen pasar de una
escena a otra sin ver el final de la escena anterior.
-Los encuadres. La estética de
Rashomon, basada en el espíritu de los filmes avant-garde franceses
de los años veinte es lo que me interesa destacar, sobre todo en las
muy estudiadas escenas en las que hay un personaje central y otros
dos aparecen a los lados de ese personaje, pero en la lejanía, de
modo que se ven como dos figuras pequeñitas que, si estuvieran en el
mismo plano, semejarían a aquellos de los dos angelitos que susurran
al oído del personaje lo que es bueno y lo que es malo.
Rashomon es una fábula de la verdad y
la mentira, sobre lo bueno y lo malo, en la que nada es lo que
parece, la realidad es realtiva, nadie es ni totalmente bueno, ni
totalmente malo.
“Kurosawa intentó encontrar el
meollo del asunto, el "episo-
dio insólito" en que la
psicología humana se mani-
fiesta con toda la fuerza de su
singularidad. Porque
detestaba la mediocridad, sus anónimos
personajes
desnudan el egoísmo, la frivolidad, la
miseria y la
degradación del hombre.”
Por eso digo que Rashomon es una fábula
de lo bueno y lo malo, en la que los personajes no son ni totalmente
buenos ni totalmente malos. Mas aún, es una fábula de cómo la
realidad se vuelve relativa a los ojos de uno mismo, incapaz de verse
a si mismo en su total verdad, y que siempre busca “embellecerse”.
Kurosawa lo explica él mismo:
“Los seres humanos son incapaces de
ser honestos consigo mismos sobre si mismos. No pueden hablar de si
mismos sin embellecerse. El script habla de esos seres humanos, los
del tipo que no pueden sobrevivir sin mentiras que los hacen sentir
que son mejores de lo que realmente son. También muestra la
necesidad de mentir aún más allá de la tumba –aún el personaje
que muere no puede dejar de mentir cuando habla a través de una
médium. El egoísmo es el pecado con el que el ser humano carga
desde su nacimiento, y el el más difícil de redimir. Este film es
como una extraña imagen que el ego va desenrollando. No se puede
entender, porque el corazón humano es imposible de entender. Si nos
concentramos en la imposibilidad de entender de verdad la psicología
humana y leemos el script una vez más, entenderemos el punto.”