lunes, 29 de octubre de 2012
lunes, 22 de octubre de 2012
Filosofos de la Historia

Nicolás Copérnico — en
polaco Mikołaj Kopernik, en latín Nicolaus Copernicus - (Toruń, Prusia,
Polonia, 19 de febrero de 1473 –Frombork, Prusia, Polonia, 24 de mayo de 1543)
fue un astrónomo polaco del renacimiento que estudió la teoría heliocéntrica
delSistema Solar, concebida en primera instancia por Aristarco de Samos. Su
libro, De revolutionibus orbium caelestium (de las revoluciones de las esferas
celestes), suele estar considerado como el punto inicial o fundador de la
astronomía moderna, además de ser una pieza clave en lo que se llamó la
Revolución Científica en la época del Renacimiento. Copérnico pasó cerca de
veinticinco años trabajando en el desarrollo de su modelo heliocéntrico del
universo. En aquella época resultó difícil que los científicos lo aceptaran, ya
que suponía una auténtica revolución.
Copérnico era matemático, astrónomo,
jurista, físico, clérigo católico, gobernador, administrador, líder militar,
diplomático y economista. Junto con sus extensas responsabilidades, la
astronomía figuraba como poco más que una distracción. Por su enorme
contribución a la astronomía, en 1935 se dio el nombre «Copernicus» a uno de
los mayores cráteres lunares, ubicado en elMare Insularum.


Su trabajo experimental es considerado
complementario a los escritos de Francis Bacon en el establecimiento del
moderno método científico y su carrera científica es complementaria a la de
Johannes Kepler. Su trabajo se considera una ruptura de las teorías asentadas
de la física aristotélica y su enfrentamiento con la Inquisición romana de la
Iglesia Católica Romana suele presentarse como el mejor ejemplo de conflicto
entre religión y ciencia en la sociedad occidental.
MATRIX
Dirección y guión: The
Wachowski Brothers.
País: USA
.Año: 1999.
Duración: 136 min.
Interpretación: Keanu
Reeves (Thomas A. Anderson / Neo), Laurence Fishburne (Morfeo), Carrie-Anne
Moss (Trinity), Hugo Weaving (Agente Smith), Joe Pantoliano (Cifra / Sr.
Reagan), Marcus Chong (Tanque), Paul Goddard (Agente Brown), Robert Taylor
(Agente Jones), Gloria Foster (Oráculo), Julian Arahanga (Apoc), Matt Doran
(Ratón), Belinda McClory (Switch), Anthony Ray Parker (Dozer), Andy y Larry
Wachowski (limpiaventanas; no aparecen en los créditos).
Producción: Joel
Silver.
Producción ejecutiva: Andrew Mason, Barrie M. Osborne, Erwin Stoff, Andy y
Larry Wachowski.
Música: Don Davis.
Música: Don Davis.
Fotografía: Bill
Pope.
Montaje: Zach
Staenberg.
Diseño de producción: Owen
Paterson.
Dirección artística: Hugh
Bateup y Michelle McGahey.
Vestuario: Kym
Barrett.
Decorados: Lisa Blitz Brennan,
Tim Ferrier y Marta McElroy.
Efectos especiales: Amalgamated Pixels, Animal Logic, Bullet Time,
DFILM Services, Makeup Effects Group Studio, Manex Visual Effects y Mass. Illusions
LLC.
Lo mismo ocurre en la película, En el Mito de la caverna, un hombre es sacado del lugar en que está y es enfrentado a la luz verdadera (la del sol), a los objetos que proyectaban las sombras, es decir, al mundo real, al principio, rehúsa creerlo, con el paso del tiempo, comienza a adaptarse, pero sigue confundido, le cuesta asimilar que su pasado es irreal. En la película, Neo es desconectado de Matrix y le es enseñado el mundo real.
Al igual que en el mito, Neo no quiere creerlo, al principio cree que es mentira, se siente cegado, porque nunca había visto, y, poco a poco, comienza a adaptarse al nuevo mundo que le ha sido mostrado.
En el mito de la caverna el hombre que se enfrenta al mundo de la luz, tiene que olvidar todos sus prejuicios, recuerdos y convencimientos para poder creer que lo que ve es lo verdadero, Morfeo antes de saltar le dice a Neo que debe olvidar todo el pasado y convencerse de la realidad, y de que puede lograr el gran salto.
En el mito de la caverna, se hace alusión a que si el “filósofo” decidiera contarles la verdad a los prisioneros, éstos, tratarían de matarlo. En Matrix, Cyfer trata de matar a Neo, porque era él elegido para liberar a quienes estaban en Matrix y él, quería volver a ella, olvidarlo todo, y tener una vida feliz.
Juguemos, por un momento, para poder realizar la analogía, a que Neo, es el liberado y Cyfer los demás hombres de la caverna, quienes, según Platón, matarían a éste hombre en su intento por liberarlos.
lunes, 1 de octubre de 2012
El mito de Prometeo

Según la mitología griega, la primera generación mística (las divinidades primordiales) creó la raza de los Titanes. Estos, en la persona de Cronos, el dios del tiempo, destronaron al Cielo (Caelus, Urano). Después, Zeus, hijo de Cronos, sucede a su padre, venciendo a la antigua estirpe después de una guerra sangrienta que lleva a los olímpicos al poder.
El
nombre “Prometeo” tiene su origen griego y significa el
“Pre-Vidente” o que se anticipa a los hechos. Prometeo no es un
dios olímpico; es un titán (hijo de Japeto y Climene).
Prometeo
sabía que en el suelo de la tierra reposaba la simiente de los
cielos, por eso recogió arcilla, la mojó con sus lagrimas y la
amasó, formando con ella varias imágenes semejantes a los dioses,
los Señores del Mundo. “Los Hombres”.
Atenea,
diosa de la sabiduría, que era su amiga, admiró la obra del hijo de
los titanes e insufló en las imágenes el espíritu o soplo divino.
Enseguida, les dio a ellos para beber de un néctar mágico para que
pudiesen recuperar su pureza, regenerarse, en el caso de que un día
la perdiesen.
Fue
así que surgieron, según la leyenda, los primeros seres humanos,
que poblaron la tierra. Aunque por mucho tiempo ellos no supieron
hacer uso de la centella divina que habían recibido, no teniendo
siquiera conocimiento de cómo trabajar con los materiales de la
naturaleza que estaban a su disposición por todas partes.
Prometeo
entonces se aproximó a sus criaturas y les enseño a controlar el
fuego, a subyugar a los animales y usarlos como auxiliares en el
trabajo; les mostró como construir barcos y velas para la
navegación, les enseño a observar las estrellas a dominar el arte
de contar y escribir, a que descubriesen los metales debajo de la
tierra y hasta como preparar los alimentos nutritivos, ungüento para
los dolores y remedios para curar las dolencias.
En
cierta ocasión, estalló una disputa sobre que partes de un animal
sacrificado debían ser ofrecidas a los dioses y con que partes
debían quedarse los hombres. Prometeo fue designado juez en la
disputa. El titán sacrificó un animal e hizo dos bolsas con su
pellejo, en una depositó la carne del animal tapado por las vísceras
y en la otra puso los huesos cubiertos con la grasa atractivamente
colocada. Una vez hecho esto, le pidió a Zeus que eligiese una
bolsa. Zeus eligió la que contenía los huesos con la grasa, que
resultaba más agradable a la vista. A partir de aquel momento se le
ofrecieron a los dioses los huesos y la grasa del animal, mientras
que los hombres se quedaban con la carne.
Zeus
tuvo que conformarse con el veredicto, pero enfurecido por la
artimaña en la que había caído exclamó "Que coman la carne
cruda", quitó el fuego a los hombres y se negó a
proporcionárselos. Prometeo decidido a favorecer a los hombres,
entró a hurtadillas en el Olimpo, robó el fuego sagrado y se lo
entregó a sus protegidos. Esto lo hizo con el palo de una rama seca,
se dirigió al carro de Helios (el Sol) donde a escondidas tomó un
poco de fuego sagrado, trayéndolo para los seres humanos.
Solo
cuando por toda la tierra se encendieron las fogatas es que Zeus tomó
conocimiento del robo de Prometeo, pero ya era tarde. Puesto que ya
no podía confiscar el fuego a los hombres, decidió castigar a los
hombres que habían aceptado el regalo de su benefactor, inventa la
forma más rápida de destruir el paraíso de los hombres: la mujer.
Zeus
llama a Hefestos, el habilidoso dios artesano, y le pide confeccione
una imagen de bronce. Deberá parecerse al hombre, pero, en alguna
cosa deberá diferenciarse, de forma que lo encante y lo conmueva,
atrasándole el trabajo y trastornándolo.
Atenea
(Minerva) que ya no se considera amiga de Prometeo pues éste ha
desafiado a sus compañeros divinos, entrega a la mujer recién
creada un hermoso vestido bordado, las Gracias la enjoyaron, la Horas
la cubrieron de flores, Afrodita le ofrece la belleza infinita y los
encantos que serán fatales a los indefensos hombres. Sucesivamente
los dioses le fueron otorgando todos los dones, y finalmente Hermes
introdujo en ella la semilla de la maldad.
La
mujer fue llamada Pandora (la que tiene todos los dones). Antes de
enviarla, Zeus le dio un cofre y le dijo que contenía muchos bienes
y presentes para Prometeo, pero le advirtió que no la abriera (ya
que verdaderamente contenía males y pestes). Hermes la condujo hasta
Prometeo, quien, astuto y precavido, la rechazó, y advirtió a su
hermano Epimeteo (el creador de todos los animales) que, tal como el
había hecho, no aceptara regalo alguno de Zeus.
Zeus,
enfurecido al ver como sus planes fracasaban, castigó a Prometeo,
que fue encadenado a unas rocas en el Caucaso, donde un águila iba y
le comía el hígado, y al ser inmortal, se regeneraba y se repetía
la tortura cada día.
Epimeteo
se enamoró perdidamente de Pandora, y aceptó la caja como dote.
Pandora no pudo contener su curiosidad por la caja, y la abrió.
Salieron todos los males y dolores que hoy asechan a la humanidad.
Pandora trato de cerrarla, pero no pudo, y al salir todos los males,
miró dentro y solo quedaba lo único positivo de la caja, la
Esperanza.
Zeus
observaba la evolución del hombre, y no le gustaba lo que veía. Y
temiendo que algún día esa nueva raza lo derrocara, decidió
destruirla, y tomó uno de sus rayos para lanzarlo hacia la tierra y
así destruir a los hombres mediante el fuego, pero se dio cuenta de
que una conflagración así ponía en peligro los propios cielos y al
Olimpo. Finalmente decidió borrar a la humanidad mediante un gran
diluvio. Provocó una gran tormenta, y llamo a su hermano Poseidón,
el que movió su tridente con tal fuerza que provocó olas
gigantescas. Castillos, hombres y animales fueron barridos por las
aguas embravecidas.
Deucalión
(hijo de Prometeo y la Oceánide Clímene) que había visitado a su
padre en el Caucaso anteriormente, fue advertido por Prometeo que
debía construir un arca para sobrevivir a la inundación. Deucalión
y su esposa Pirra (hija de Epimeteo y Pandora) sobrevivieron al
diluvio, que duró 9 días y 9 noches, el arca se posó en el Monte
Parnaso que se levantaba sobre las aguas.
Una
vez en tierra hicieron sacrificios en honor a Zeus. Satisfecho de su
actuación, por mediación de Hermes, Zeus les comunicó que podrían
solicitar lo que quisieran, pues les sería concedido. El matrimonio
pidió que fuese renovada la raza humana. Entonces Temis (la Titánide
de la ley y del orden) se presentó ante ellos diciéndoles "Cubrios
la cabeza y arrojad hacia atrás los huesos de vuestra madre".
No comprendieron la indicación, ya que ambos poseían distintas
madres, y no deseaban profanar los restos de ninguno de sus padres.
Después de mucho cavilar, la pareja coincidió en que Temis se
refería a Gea, la madre tierra, por lo que empezaron a coger piedras
y ha arrojarlas por encima de sus hombros. De las piedras que lanzaba
Deucalión surgían hombres, de las de Pirra mujeres. Y así la
tierra fue poblada por una nueva raza de hombres.
Pasó
el tiempo, pasaron siglos, y los gritos de Prometeo seguían llenando
los aires. El sufrimiento de éste despertaba compasión, pero nadie
se atrevía a aliviarlo. Un día Hércules pasando por allí con los
argonautas, al ver al águila devorando el hígado de Prometeo, tomo
su flecha lanzándola sobre la misma. Enseguida soltó las cadenas y
llevo a Prometeo consigo. Así terminó el castigo del titán que
robó el fuego para los hombres.
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